Un florido recuerdo para Rosa Lee Parks

Rosa Lee Parks en su vejez

Hoy se cumplen 55 años del día en que una sola mujer cambio el curso de la historia. Rosa Lee Parks, tenía 42 años y trabajaba como costurera en Montgomery (Alabama) cuando se negó a abandonar su asiento de autobús para que un hombre blanco se sentara. Miembro de la Asociación para el Progreso de la Gente de Color, viajaba en un autobús metropolitano el 1 de Diciembre de 1955, cuando ocurrió el incidente y fue amenazada por el conductor para que cediera el asiento, pero no lo hizo. “Voy a hacer que te arresten”, le dijo el conductor, pero Rosa se mantuvo firme; la activista fue encarcelada y condenada a pagar 14 dólares de multa.

autobuses-engalanados-en-memoria-de-rosa-parksEn una entrevista en 1992, Rosa Parks aseguró que decidió no levantarse porque creía tener el derecho a ser tratada como cualquier otro pasajero. «Habíamos soportado ese tipo de tratamiento durante demasiado tiempo”. Su arresto provocó un boicot de 381 días a la compañía de autobuses, planificado por un afroamericano entonces poco conocido, el reverendo Martin Luther King. La población negra se organizó compartiendo los taxis donde se les permitía viajar y usando coches particulares, incluso de blancos que apoyaban el movimiento; como el 75% de los usuarios de los autobuses eran negros, el boicot llevó a la quiebra a la compañía. Esa revuelta marcó el inicio del movimiento de los derechos civiles.

rosa-parks-en-el-autobusRosa Lee Parks era reverenciada en Detroit, donde vivó desde 1957 y donde una calle y una escuela llevan su nombre; en 1999, le fue concedida la medalla de honor del Congreso. Falleció en 2005, a los 92 años y en su honor los autobuses circularon con coronas de flores, su nombre en la cabecera y el primer asiento vacío. Hoy, en el cementerio de Detroit, muchas personas reservan los nichos más cercanos a su tumba, porque consideran un privilegio ser enterrados cerca de ella.

Cuando contemplo la franca sonrisa y la firme mirada de Rosa Parks, pienso en lo difícil que tuvo que ser para una mujer del Sur de los Estados Unidos, trabajadora y negra, en una sociedad marcada por la discriminación racial, enfrentarse a sus miedos y demostrar de forma clara, afrontando las consecuencias, lo que era y debía ser justo. Muchas veces nos quejamos de que no podemos hacer nada frente a las circunstancias que nos dominan, consideramos que un pequeño gesto no sirve para nada, que nada cambiará. Pero a veces, como demostró Rosa Lee Parks, con su terquedad y valor, los grandes cambios comienzan por gestos sencillos pero llenos de significado.manos-con-flores

Que su ejemplo sea el nuestro.

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