
A veces, para que sucedan cosas positivas, hay que estar en el sitio adecuado y en el momento justo. Cruz Roja nació, porque el suizo Henry Dunant, lo estaba. Un asunto de negocios, lo había llevado cerca de Solferino, en el norte de Italia, el 24 de junio de 1859, el mismo día que el ejército austriaco se enfrentaba con el francés y el piamontés.
La batalla se saldó con 40.000 muertos y heridos tendidos en total confusión en el campo de batalla, mientras Henry Dunant, observaba como morían por falta de asistencia, ya que los servicios sanitarios militares eran casi inexistentes. Ayudado por las mujeres de los pueblos cercanos, buscó socorrer a los heridos sin distinción de uniforme ni de nacionalidad, viendo en ellos sólo hombres que necesitaban ayuda.
Este hecho marcaría su vida; sus impresiones las recogería en el libro “Recuerdo de Solferino”, donde concibe crear sociedades de socorro en tiempo de paz “…cuya finalidad será cuidar de los heridos en tiempo de guerra por medio de voluntarios entusiastas y dedicados, perfectamente cualificados para el trabajo…”
Esta idea fue recogida por un grupo de cuatro ciudadanos suizos pertenecientes a la Sociedad Ginebrina de Utilidad Pública, que junto a Dunant fue conocido más adelante como “Comité de los Cinco”: Moynier, Dufour, Appia y Maunoir. Este comité fue quien impulsó las ideas de Dunant y dio origen en 1863 al Comité Internacional de la Cruz Roja, que pondría en marcha con el apoyo del Gobierno suizo una conferencia diplomática el 8 de agosto de 1864, en Ginebra, en donde participan 24 representantes de 16 países europeos y observadores de los Estados Unidos; doce países suscribieron el Convenio de Ginebra por el que se acordó:
- proteger a los militares heridos en campaña
- el carácter neutral y protección del personal sanitario, así como de los hospitales militares
- elegir una Cruz Roja sobre fondo blanco como símbolo y marca de protección
- establecimiento del Comité Internacional de la Cruz Roja y creación de Sociedades de Socorro.
España en el ámbito humanitario siempre estuvo en primera línea. Así en la creación de la Cruz Roja en ningún momento dudó en su decisión, y en 1863 una representación española estuvo entre las catorce naciones que asistieron a la Primera Conferencia Internacional, y fue la séptima nación que en 1864 se adhiere al I Convenio de Ginebra.
El Movimiento Internacional que nació para paliar el sufrimiento en los campos de batalla, pronto adquirió el compromiso de prevenir y paliar el sufrimiento en todo momento y lugar. Esto ha traído como consecuencia que Cruz Roja hoy, haya ampliado sus actividades no sólo hacia la acción humanitaria hacia las víctimas de los conflictos bélicos, sino también hacia las victimas de desastres naturales y de otro tipo en tiempos de paz, como asimismo hacia la acción preventiva a favor del Bienestar Social y de la calidad de vida.
Actualmente su símbolo (que para los países musulmanes se ha adaptado con una media luna roja) es conocido en todo el mundo y representa lo mejor de la generosidad humana.
Henry Dunant puso la semilla, pero miles de personas de la organización (millones si contamos a los voluntarios y voluntarias) han continuado la siembra a veces a costa de su propia vida. Los frutos se cosechan cada vez que una persona en el mundo levanta los ojos buscando ayuda y ve el símbolo de la esperanza, la respuesta a su grito.
No sirve de nada lamentarse de los malos tiempos, lo que debe hacerse es intentar mejorar las cosas
FELIZ NAVIDAD Y UN 2011 LLENO DE AYUDA, GENEROSIDAD, ENTREGA Y PROYECTOS SOLIDARIOS